El concepto de inmigración a estado presente durante toda la historia. Desde Colón que se atrevió a “conquistar” América, la cual realmente ya estaba civilizada, hasta cuando Mayflower llegó a tierras Estadounidenses con personas que querían empezar una vida nueva llena de libertad. Ahora lo que aún estamos viviendo es alta inmigración a Estados Unidos de países latinoamericanos. Sabemos que personas vienen aquí para obtener una buena vida y un mejor futuro para sus hijos. Pero la cuestión es esta — Nuestros padres hicieron una inmensidad de sacrificios para llegar a donde estamos. Entonces, ahora que nosotros vivimos en la promesa por la cual ellos lucharon, ¿Que es una mejor vida? ¿Que nos toca hacer a nosotros?
La respuesta es simple: sigue trabajando duro, si puedes estudia y gradúate de la universidad. Y ya. Yo he conocido a muchas personas que piensan así. Están aferrados a su situación y no hacen por buscar algo mejor. Si somos el producto de la búsqueda del “sueño Americano” que nuestros padres cumplieron al darnos una buena vida en E.E.U.U. entonces aquí está la respuesta complicada: nuestro deber es encontrar nuestro propio sueño y no atenernos al presente.
La clave está en la iniciativa a la cual debemos apuntar. No tomaremos el mismo camino ni enfrentaremos los mismos obstáculos que nuestros padres porque nosotros tenemos vidas diferentes. Y por lo mismo no enfrentamos las mismas cosas. Hay veces que no entienden nuestros problemas, pero es nuestro trabajo superarlos.
Hay mucha presión en los de “la primera generación.” Ahora que estoy estudiando en una universidad a veces me preguntan que si soy primera generación, contesto que sí (aunque mi situación sea un poquito complicada, no me gusta contar toda mi historia) y luego se ponen a contarme todos sus acontecimientos porque ellos también son primera generación. Yo no les pregunto, pero me aun así me dicen. Es un poquito peor cuando me cuentan compañeros cuyos familiares han estudiado y me doy cuenta de todas las ventajas que han tenido y yo no. Entonces ahí me deprimo un poco, pero me pongo a pensar en lo que yo no he hecho. Así es la situación de los de la “primera generación.” Es muy diferente a la de los demás. Como ya he mencionado tenemos la expectativa de trabajar duro pero no sabemos cómo. Esa es la verdadera misión — que tenemos que encontrar la manera de perseguir nuestro “sueño Americano” pensando como nuestros padres, en el futuro.