Querida Mami,
¡Hola! Te extraño mucho. Yo sé que no voy a verte hasta las vacaciones de primavera. Por eso, quiero decirte algunas cosas de que ha estado pensando.
Oh, Mami, te quiero mucho. En esta vida, el amor de una madre es el más potente y poderoso en el mundo. Lo siento antes de dormirme en mi cama doscientas millas lejos. Lo siento cuando releo tus cartas que guardo en una caja especial. Lo siento cuando me llamas a las ocho de la mañana simplemente para escuchar mi voz. Y lo siento cuando me mandas cajas de pañuelos porque me quedó sin ellas.
Estar en universidad es muy difícil. No puedo regresar a mi casa después de un día duro para comer tu arroz y habitúelas fantástica (los cocineros aquí son horribles en comparación con tus habilidades). No puedo hablar contigo cada vez que quiero porque puedes estar durmiendo (me duermo más tarde que cuando estoy en casa) o porque estás trabajando. No puedo jugar con mis hermanos, cocinar para ti, ni ver nuestras películas favoritas juntas no más. No más “Girl-Time.”
Pero, hay algunos beneficios de mi experiencia aquí en universidad. Puedo mejorar mi español así puedo comunicar contigo y tu familia en otra manera. Puedo lavar mi ropa sucia sin ayuda. Puedo discutir mi futura en términos de careras que es una mejora en mi atención profesional. Mi perspectiva positiva en la vida es el producto de tu apoyo eterno.
Soy tan afortunada para ser tu hija. Has roto techos de cristal, probado tu inteligencia, y conquistado enfermedad crónica. Si heredo un poquito de tu inteligencia, poder, y confianza en tus habilidades, tengo muchas ganas del futuro como una mujer capaz y fuerte. Mami, no podía hacer nada sin tu consejo y apoyo en mi vida. Gracias por todo que haces para mí. ¡Te quiero muchísimo!
Hasta las vacaciones,
Tu hija y tu mayor fan