El ciclo de estimulación económica y recesión desastrosa es uno demasiado familiar para la gente de Puerto Rico. Es un ciclo que ha continuado por los últimos 80 años. Antes de la década de 1930, Puerto Rico tenía una de las industrias más exitosas de tabaco y caña de azúcar en el Caribe. Sin embargo, cuando los Estados Unidos establecieron el salario mínimo, las industrias se colapsaron debido a la incapacidad de competir con los otros países del Caribe como Cuba y la República Dominicana. Como resultado, un éxodo masivo ocurrió y muchos trabajadores sin mucha educación se mudaron a Chicago, Nueva Jersey, Connecticut y Nueva York.
Casi 40 años más tarde, los Estados Unidos establecieron la Sección 936 del Código de Impuestos en 1976 para ayudar a industrializar la isla. La Sección 936 dio incentivos a los inversores americanos para mover sus empresas a Puerto Rico, y la mayoría de esas empresas nuevas eran farmacéuticas. Los inversionistas suministraban el dinero y las utilidades para empezar las empresas y Puerto Rico solamente tenía que suministrar los trabajadores profesionales. Un ejemplo muy conocido es la empresa McNeil que fabricó 80 por ciento del Tylenol del mundo en Puerto Rico. Las empresas como McNeil estimularon la economía de Puerto Rico y como resultado, la isla se desarrolló rápidamente y mantuvo la mayoría de los trabajadores incluyendo los profesionales.
A pesar del desarrollo rápido y la estimulación económica, Puerto Rico nunca ha podido desarrollar una industria exitosa independiente del Código de Impuestos de los Estados Unidos. Esto es evidente por el hecho de que el gobierno de Puerto Rico pidió prestado mucho dinero para pagar por el desarrollo de infraestructura y otros programas sociales. Cuando la bolsa de valores colapsó en 2001, la cantidad y tasa de préstamos no cambiaron. Como consecuencia, Puerto Rico tuvo la crisis financiera más grande de su historia. No sólo que Puerto Rico ha incurrido en una deuda grandísima, pero además las fuerzas de trabajo, profesional y no profesional, han empezado a mudarse fuera de Puerto Rico a tasas alarmantes. Además de la deuda de $72 mil millones de dólares, Puerto Rico pierde alrededor de 230 personas cada día desde 2001. También la revocación de la Sección 936 en 2006 agravó la situación.
Las secciones 20, 22 y 27 recién creadas del Código de Impuestos de los Estados Unidos, similares a la Sección 936 de 1976, han sido creados para mejorar la situación. Sin embargo, si Puerto Rico espera establecer una economía estable, el gobierno tendrá que atraer unas industrias autosuficientes y exitosas que puedan retener los graduados de las universidades puertorriqueñas. Si no, Puerto Rico estará destinado a perpetuar el mismo ciclo peligroso que ha sufrido desde 1930.