Muchas veces decimos, “Hoy es el día en cual voy a comenzar a ahorrar.” Pero por alguna razón retrasamos el comienzo. Es importante saber que mientras más pronto empecemos a preocuparnos por nuestras finanzas más podremos hacer y aprender de esto. Las finanzas personales incluye todos los aspectos de la vida que requieren decisiones financieras, como hacer presupuestos, y planificaciones para el futuro, cosas que hacemos sin pensar, pero por eso es importante saber y ser conscientes de estas decisiones que tomamos todos los días sin pensar. Si tu meta es ahorrar para un carro nuevo, unas vacaciones, el retiro, o cualquier otro objetivo, primero hay que hacer un plan — un plan que sea específico y realista.
1. El objetivo
Para poder comenzar a ahorrar uno tiene que tener motivación, esta parte es fundamental cuando uno crea un objetivo. Este objetivo es la razón por la cual está dispuesto a esforzarse. Es posible que ya tenga su objetivo en mente, pero este debe ser explicado detalladamente. Este es el momento en cual típicamente nos damos por vencidos, por la falta de una razón y un plan para realizar el objetivo. Hay cinco palabras que lo guiarán en este proceso. Su objetivo tiene que ser:
Específico: Provea los detalles suficientes para que no haya pregunta de qué es lo que quiere o que significa su objetivo.
Calculable: Asegúrese que pueda medir su progreso, poder decir, “Guardare ‘x’ cantidad cada dos semanas.”
Alcanzable: Para que pueda realizar su objetivo tiene que ser alcanzable dado sus recursos actuales.
Realista: Comience con algo pequeño, y gradualmente aumente su objetivo.
Oportuno: Establezca un marco de tiempo. Esto puede ser decir, “En un año guardare ‘x’ cantidad.”
Escriba todas las partes de su objetivo, y si es posible, colóquelo en un lugar que mire a diario para siempre tener la motivación necesaria de seguir adelante.
2. ¿En dónde gaste todo mi dinero?
Para poder comenzar la planificación de nuestras finanzas personales primero hay que entender y saber qué hacemos con nuestro dinero. A veces no sabemos dónde o en qué gastamos el dinero, por lo cual hay que anotar todas las compras que se hacen a diario. Las tarjetas de débito y crédito ayudan con esto por que las aplicaciones instantáneas por línea anotan todas las transacciones. Cuando pagamos en efectivo, ese dinero nadie lo está anotando, y es por eso que nos preguntamos, “¿En dónde gaste todo mi dinero?” Al anotar todas las compras siempre habrá un estado de cuenta actualizado. Esto es difícil al principio, pero es un hábito valioso que ayuda a mantener una cuenta actual de los gastos. Anotar las compras dará la información necesaria para analizar los gastos y de donde puede permitirse el lujo de ahorrar algo.
3. ¡Debe pagarse usted primero!
Cuando queremos comenzar a ahorrar es típico intentar guardar hasta el final del mes para ver cuánto sobra o si sobra dinero, pero esta no es la manera correcta de ahorrar. Lo primero que uno debe hacer con su sueldo es pagarse a uno mismo. Esto significa que en cuanto recibe su cheque, debe guardar una cantidad que no le va a hacer falta. Esto puede ser el costo de uno o dos cafés al mes. Esta cantidad no hará gran diferencia en su vida por que es posible no comprar café un día o no salir a comer todos los fines de semana. Este dinero que ahora se está pagando, es dinero que iba a ser utilizado para un lujo innecesario. No importa cual sea la cantidad, aunque mientras más se pueda ahorrar mejor, pero al hacer esto está creando un hábito que con el paso del tiempo, ayudará a realizar la metas financieras.
4. No deje para mañana lo que puede hacer hoy.
Muchas veces es fácil decir, “mañana comienzo,” y esto será especialmente obvio cuando tenga que anotar todas sus compras o tomar la decisión de no salir a comer con los amigos un día. Pero es imperativo dejar esa mentalidad atrás y motivarse a través de su objetivo, mire lo que escribió, y siga adelante, porque si se puede!
No importa cual sea la razón por la que uno desea ahorrar, lo que importa es no dejarlo para después. Estos pequeños pasos son el comienzo de un hábito extremamente importante, algo que mientras más pronto se pueda hacer mejor.