Cada clase de educación física en la escuela primaria siempre tiene ese chico súper atlético que todos los compañeros quieren en su equipo. Se puede considerar este chico cómo un prodigio atlético. Posiblemente este joven era más grande que todos, o posiblemente era el más rápido. No importa cuál característica que él pueda tener, siempre los compañeros esperan que él lleve al equipo a la victoria en cada evento deportivo.
Ahora, tome el ejemplo de Lionel Messi. Ciertamente Messi no es el más grande, ni tampoco es el mas rápido del mundo. Sin embargo, el mundo lo considera el mejor futbolista del mundo debido a su visión y la habilidad excepcional de adaptarse con otros jugadores en su equipo con estilos diferentes de juego. Por estas razones Messi ganó cinco Ballon d’Ors que son galardones al mejor futbolista del mundo cada año. No hay otro futbolista que tenga tantos como él. Además, Messi ayudó a su equipo, FC Barcelona, a ganar La Liga de Primera División de España ocho veces. También, Messi ayudó a Barcelona a ganar cinco UEFA Champions League y cuatro Copas del Rey.
Considerando los premios individuales y colectivos, se puede suponer que Messi también haya ganado muchos premios para su selección de fútbol: Argentina. Por cuatro años, el equipo de Argentina estaba clasificado en el Top Five de las clasificaciones de FIFA y también tiene jugadores tan buenos como los futbolistas que jueguen para FC Barcelona. Sorprendentemente, Messi no ha podido ayudar a ganar nada para la selección de Argentina.
Simplemente, este hecho no tiene sentido en absoluto. En julio del 2014, Argentina perdió la final de la Copa Mundial. Entonces perdieron las finales de la Copa América en 2015 y 2016 contra una selección de fútbol de Chile muchísimo más inferior. ¿Y que hizo Messi después de la Copa América de 2016? Él se retiró de la selección de fútbol Argentina y la decisión enfogonó y confundió a los fanáticos de Argentina y a sus compañeros del equipo. ¿Cómo puede este hombre traicionar a su país?
Pero si analiza la situación, la decisión era muy racional. Messi es el mejor futbolista del mundo, y la selección de fútbol de Argentina ha jugado en una manera que le requiere llevar todo el equipo como si no hubiera otros futbolistas fantásticos en el equipo. La situación de la clase de educación física con el atleta superdotado. Pero en este caso, Messi no puede llevar el equipo entero sobre sus hombros y los últimos dos entrenadores, Alejandro Sabella y Gerardo “Tata” Martínez, de la selección de Argentina no podían aceptar la verdad. Messi tenía que dirigir el ataque, y la presión encima de él era demasiada. Después de tres fracasos, Messi no tenía otra opción porque no quería decepcionar a los fanáticos de Argentina.
La Asociación de Fútbol de Argentina trató de convencerlo a volver al equipo con salarios aumentados y más privilegios, pero esas cosas no le importaban a Messi. El entrenador nuevo de Argentina, Edgardo Bauza, fue el hombre que lo pudo convencer a volver. Sin embargo, dinero y privilegios no fueron las cosas que lo persuadieron, fue la promesa de una época nueva de fútbol argentino. Una época que no depende tanto en Messi como anteriormente, pero una en que se dependa en los otros futbolistas talentosos de Argentina.