Los estados de California, Washington y Oregón son conocidos por sus ricas tierras agrícolas que juntos producen la mayoría de vegetales, frutas y nueces para el país. Tan solo California en el 2014, produjo 54 billones de dólares en productos. Los tres estados juntos son la región más importante en agricultura para todo el país. Tan importante que requieren miles de campesinos para que laboren en los campos. La mayoría, Latinos que constituyen el 70 por ciento de todos los trabajadores agrícolas.
¿Pero qué tiene que ver todo esto?
La agricultura es un negocio multibillonario que también lleva corrupción y violaciones a los derechos humanos y laborales. No estamos hablando en los tiempos de César Chávez, desafortunadamente el movimiento hoy en día sigue. Hoy siguen miles de campesinos trabajando bajo condiciones peligrosas, condiciones antihigiénicas, y con bajo salarios. Hoy en día sigue la lucha por los campesinos que ponen sus vidas en riesgo para que este país tenga su platillo lleno al fin del día. Por dinero, estatus legal, y por otras razones hay compañías que se aprovechan de los humildes campesinos. Pero la más reciente y controversial situación está ocurriendo en Sakuma Farms en Washington. Es uno de los ranchos que según se aprovecha de sus trabajadores. Junto con su distribuidor Driscoll’s forman parte de las violaciones a los trabajadores porque siguen pidiendo las bayas de estos rancheros que maltratan a sus trabajadores. Pero ese rancho y esa compañía son solo unas de las docenas de ranchos y compañías que violan los derechos laborales de sus trabajadores.
¿Quienes son estas compañías?
Driscoll’s Berries es una compañía localizada en Watsonville, California que declaran que tienen “las bayas más finas.” Es uno de los distribuidores más grandes en los Estados Unidos de bayas. También comenzó a ser un importante mercado de importaciones de productos de México como el aguacate, tomate, papaya, mango, uvas y mucho más. Sakuma Farms y Markets esta localizado en Burlington, Washington que también es vivero y procesadora. Por su localización en el Valle de Skagit, Washington, se les promete importante cosechas de vayas. Este rancho contrata trabajadores domésticos y del extranjero para sus ocupaciones temporales y permanentes.
¿Cual es el Problema?
Según la página oficial del boicot aclara que Familias Unidas por la Justicia y Alianza de San Quitin apoyan a los campesinos que sus derechos laborales e incluso derechos humanos están siendo violados por el problema sistemático de sueldos, condiciones de trabajo hostiles y metas de producción incansables en el rancho de Sakuma. Con la ayuda de varias organizaciones, uniones reconocidas y de la comunidad han puesto todo su esfuerzo para negociar un contrato de unión legal con los rancheros para hacer justicia.
Todo comenzó cuando un empleado en el 2013 demandaba un sueldo mejor y fue suspendido del trabajo según el reporte de la página oficial. Y aparte de eso hasta los trabajadores más reconocidos por su buen trabajo estaban ganando menos que el salario mínimo. Después estos trabajadores exigieron un mejor sueldo en una forma de huelga y formaron una unión independiente que es la unión Familias Unidas por la Justicia. Otra razón por las huelgas es que el precio por libra de las bayas era muy bajo. Desde entonces un acuerdo con el rancho Sakuma ha fallado y hasta guardias de seguridad fueron desplazados al rancho para intimidar a los rancheros y las familias migrantes. Y por esa razón se formó el boicot contra la compañía que compra las bayas del rancho. La comunidad en muchas partes del país como Portland, Seattle, Salinas, Eugene, Tacoma y hasta en Chicago comenzaron a boicotear en los lugares donde estaban de ventas las bayas del la compañía Driscoll’s. Esto significa no comprar ningún producto de esa compañía que esté en venta así sea directamente o indirectamente. Esto serviría porque les dolería económicamente al rancho Sakuma y Driscoll’s. Así les prestarían atención y serían forzados a resolver un contrato. Peor aun, no han resuelto nada.
También se reporta que el rancho Sakuma declara que sus sueldos rebasaban el mínimo empezando a 12 dólares la hora y que unos ganaban hasta 27 dólares por hora. Pero los trabajadores han dado su versión y declaran que sus sueldos han sido menos que 10 dólares por hora. Y aun peor declararon también que las condiciones para trabajar no eran óptimas porque la demanda por producir era mucha. Y los que no podían con la demanda extrema de estar al paso del trabajo eran injustamente despedidos. Desde entonces siguen las huelgas y boicots del rancho y del distribuidor Driscoll’s.
Recientemente el rancho Sakuma anunció que está dispuesto a negociar un contrato de unión legal. Pero aún no está resuelto, ni detalles de un contrato han sido revelados.
Finalmente, en la página oficial de Sakuma farms declara otra versión de la historia. Pero es el reto que les dejo para que ustedes mismos investiguen lo que realmente está pasando y cual versión sea más correcta. Yo también soy campesino y estudiante. Y yo siempre estoy al tanto y al la cabeza de la justicia. Todo campesino debe de ser respetado y tratado dignamente. Es un trabajo sagrado que muchos no pueden hacer. Yo estoy con todos los campesinos luchando por un salario mejor, mejores condiciones y tratamiento. Por eso me uno a la causa y apoyó el Boicot de Driscoll’s. Como dijo César Chávez, “la lucha nunca ha sido de uvas o de lechugas, siempre ha sido por la gente.” Así que los dejo con su propia investigación y síganme las próximas semanas para darles el reporte más reciente.